791blog

29.9.08

Paul Newman


Hay actores buenos, hay actores malos, los hay solemnes, flacos, altos, gordos, pelados, con sombrero o sin sombrero (como dice mi madre), amantes del Metodo o improvisados, de televisión, de cabotaje, galancitos, más o menos hábiles, de teatro, bonitos, francamente malos, intensos, comprometidos, tímidos, vanidosos, serios, grandilocuentes o con peluca.

También hay otros, no muchos, que logran el milagro de hacernos sentir menos solos. Hace dos días murió Paul Newman, uno de esos.

23.9.08

Devuelvanme el dinero

Puedo imaginarmelo a Ben Stiller sentado a la mesa con los cerebros de Dreamworks convenciendolos a fuerza de chistes y joditas que Tropic Thnder era una comedia. Me imagino que, en un momento, entró Robert Downey Jr. con la cara pintada con corcho quemado y los tres pelados de traje y corbata se cayeron al piso de la risa, al grito de "¿Dónde hay que firmar?". Inexorablemente la distribuidora local debe haber recibido firmes instrucciones de la casa matriz: "Oigan, esto es una comedia. A los jefes les pareció desternillante". El ejecutivo local asumió que desternillante tenia algo que ver con risa y convocó a su Departamento de Títulos en Castellano a pensar algo bien divertido para el estreno local. Después de horas de brainstorming y de desechar ideas brillantes, optaron por un título a la Argentina Sono Films: "Una Guerra de Película".

Todos (los ejecutivos de afuera, los de adentro, la agencia de publicidad, la prensa y el público) todos caímos en la trampa, fuimos a ver una comedia y no nos reímos nunca (todos menos los amigos de El Amante, claro, que fueron a ver una obra maestra llena de sutilezas, y como les pasa siempre, no se equivocaron).

18.9.08

Vaticine (II)

Pronósticos cinematográficos para los estrenos de hoy jueves 18 de septiembre:

No te metas con Zohan: Adam Sandler haciendo de un militar israelí que sueña con ser peluquero en Nueva York podría ser la sinopsis del Estreno Grande de la semana, estreno "de risa" que se suma a un año donde las comedias tuvieron, en la taquilla, un inusual protagonismo. Aparentemente más en la línea del humor bobo con "enormes redes de sutilezas" de Una Guerra de Película que en la del humor bobo a secas de Muerte en un Funeral, Zohan va a pasarles el trapo a los otros estrenos (y de paso ponerle un poco de color a la Temporada Baja) con un promedio de 2.300 personas por copia.

Busqueda implacable: Película con un Título Bodrio, protagonizada por el Actor Bodrio de Laiam Neeson y guionada por el Hombre Bodrio Luc Besson, no puede ser otra cosa que un Fracaso Bodrio. Busqueda Implacable es además una coproducción donde pierden los 2 productores, los actores, el director, los espectadores, la prensa y los únicos que ganan son los acreedores de Neeson y Besson. Primer fin de semana con 16.000 personas para sus 30 copias, segundo fin de semana con 6.000, y final de 50.000 personas. La distribuidora también pierde.

Mi hermano es hijo único: película italiana + historia de época + emoción, llantos y risas + pseudopremios + buenas actuaciones = una buena crítica de Nación y el privilegio de ser tenido por Cine Arte. El público mayor va a correr a las salas, va a ver la película, y va a salir recomendandola como "una película fuerte, que te deja pensando". La salida, sin embargo, no fue grandiosa (no está en Palermo, tampoco en Multiplex Belgrano ni en los Arteplex, centro de reunión de este tipo de público) y eso va a achicar lo que hubiera sido un primer fin de semana de 14.000 personas en 12 salas. 9.800 entre jueves y domingo, máximo 10.000.

Por sus propios ojos: para el público local las buenas películas argentinas siempre son más argentinas que buenas. Pese a la buena salida Por sus propios ojos no va a ser la excepción a la regla, que casi siempre es más implacable con las películas que salen por el circuito INCAA.

Nuevo Mundo: Bueno, no hay lugar en la escuálida cartelera local para dos películas emotivas italianas, aún cuando el público cautivo de Arteplex le pueda dar un poco de aire. Nuevo Mundo se va al Otro Mundo en 3 semanas, con un final de 4.500 en 3 salas.

Rastrojero: Uno de eos documentales que estrena sólo en el Tita Merello y que no los quiere ver ni el proyeccionista, nunca nadie va a saber si era una buena o mala película... Una señora confundida entra creyendo que es la de Grandinetti, y en una trasnoche una parejita se mete a chapar: 3 espectadores. Cumple la media y sigue.

15.9.08

Paridas de revista


Hace un tiempo escribimos sobre paridas locales y paridas francesas, dos patologías cinematográficas que se contraponen. Una, la local, busca educar al espectador mientras que la francesa elige el prestigio de lo impenetrable.

Nuestros amigos de la revista de cine fílmico El Amante se quejaron amargamente por considerarse discriminados por aquella nota. Manifestaron que si bien no son específicamente franceses ni tampoco directores, la noción de parida francesa debería ampliarse a algunos críticos, empezando por ellos mismos. Afirmaron con vehemencia que el prestigio de lo impenetrable ha sido el objetivo permanente de la redacción.

Nosotros, algo sorprendidos, tratamos de calmarlos explicando que si bien era cierto que su revista es algo esotérica, conocíamos a más de un lector (incluso a dos) que habían comprendido párrafos enteros de varias notas publicadas.

La respuesta no se hizo esperar. Uno de los redactores nos aclaró, casi a los gritos, que eso no sucedería más. Que la redacción había instaurado un nuevo sistema de castigos, desde el piquete de ojos hasta el puente chino, destinado a desalentar a aquellos periodistas que, como Leonardo D’Espósito por ejemplo, insistían en eso de la escritura legible.

Es más, aclaró otro redactor que parecía haber visto la Luz, a partir del año que viene nuestra revista se publicará en arameo.

Frente a nuestras dudas persistentes, nos mostraron una serie de artículos del último número, como prueba irrefutable de la nueva línea editorial, aún más oscura. La crítica de Marcos Vieytes a Lo que sé de Lola de Javier Rebollo, film que vamos a estrenar a fin de mes, nos impactó:

¨...En vista de eso, casi podríamos decir que lo abyecto en cine es equivalente a lo estatuario, a la vida congelada de las imágenes para mayor fama del director que se regodea en la exhibición de planos preconcebidos al milímetro y personajes cuya miseria esencial consiste en carecer de lógica autónoma alguna y estar arbitrariamente destinados al gesto afectado de solemnidad dictado desde afuera de la película por un tipo obsesionado por parecer original...¨

Sin ser completamente críptico, el texto nos pareció realmente solemne y genuinamente autorreferente. Los felicitamos sinceramente, pero sentimos que la situación se nos escapaba de las manos. Las súplicas por incluirlos dentro de la exclusiva familia de la parida francesa se transformaban poco a poco en amenazas explícitas. Fue perez que, con su habitual ingenio aprendido en las calles de Bella Vista, logró salvar la situación.

Aprovechando un momento de calma, preguntó como al pasar si una revista de cine debía ser editada en papel o en celuloide. Inmediatamente el grupo de visitantes se separó en dos subgrupos irreconciliables, luego en cuatro y finalmente en varios más. Algunos sostenían que el formato legítimo era el papel, otros el celuloide, algunos estaban a favor, otros en contra, varios todo lo contrario. Alguien argumentó que si el idioma era el arameo, deberían publicar en formato papiro.

Un poco azorados, nos escabullimos sin hacer ruido.

13.9.08

Air Cinema

Ochi Yosuke, conocido en su barrio natal como Dainoji, es el joven japonés que ganó el año pasado el insólito Air Guitar World Championship.

Hace años que dejé de burlarme de lo que me parece ridículo. Es una cuestión de prudencia. Nunca se sabe si aquello que tanta gracia nos causa no se transformará algún día en una de nuestras prácticas habituales.

En 791 no solo evitamos denostar al amigo Dainoji sino que, doblando la apuesta, decidimos transformarlo en nuestra fuente de inspiración. Teniendo en cuenta que nada sabemos de guitarra, más allá de los acordes iniciales de Humo sobre el agua con los que perez solía brillar en los campamentos de Villa Gesell, preferimos adaptar la creatividad del japonés a nuestro propio negocio.

A partir del año que viene y en colaboración con nuestros amigos de Haciendo Cine, vamos a lanzar una primicia mundial: El Air Cinema, un concepto revolucionario.

Al igual que Dainoji, los espectadores harán como si. Cada uno reaccionará al vacío de la pantalla utilizando su creatividad y sus propios recuerdos para imaginar la película que prefieran. Se escandalizarán frente a escenas tan imaginarias como chocantes, llorarán poniendose en el lugar de personajes doblemente ficcionados, se cansarán de la lentitud del director en el que hayan pensado o aplaudirán las historias que ellos hayan inventado. El sistema permitirá, por ejemplo, que una pareja pueda ver en la misma sala y al mismo tiempo dos películas diferentes, eliminando al menos uno de los eternos conflictos conyugales.

Nuestras grandes apuestas (las ideas fuerza como dicen los consultores) serán el pochoclo de aire (Air Pop Corn) y las charlas debates de aire, en las que el público deberá resolver tanto las preguntas como las respuestas de aquellos directores que haya imaginado en cada caso.

Estamos convencidos que el Air Cinema no solo ayudará a combatir el drama de la baja asistencia a las salas de cine sino que, disminuyendo dramáticamente los costos, mejorará la rentabilidad de exhibidores y distribuidores.

Un premio se entregará al mejor espectador, según criterios aún no definidos por los organizadores.

9.9.08

Microcine

Todas las artes, hasta en sus manifestaciones más minúsculas, encuentran paralelos, o parentescos entre sí. Pensamientos como este y otros incluso menos interesantes me surgieron viajando en micro, el fin de semana pasado, cuando se me ocurrió que la famosa Música de Ascensor, la versión más insignificante del arte de combinar sonidos, tenía en el Cine de Omnibus a un hermano no reconocido.

Cuando el asiento, el aire acondicionado, los otros pasajeros, y la mirada somnolienta del chofer hacían presagiar un viaje apenas insufrible, se encendió el televisor y arrancó "Meet Bill", un engendro impresentable con Aaron Eckhardt y Jessica Alba cuya sola existencia debería condenar al cine a descender a vigésimocuarto arte, incluso por debajo de las historietas de Nik.

No entiendo por qué las películas de los micros son tan horripilantes. En toda mi vida jamás ví una película buena arriba de un micro, fueron todas de un nivel tan espantosamente nefasto que hace pensar que detrás de esto no puede sino haber, en cada empresa de micros, un Departamento de Cine Basura a Bordo (quizás justo al lado del Departamento de Comida Basura a Bordo). ¡Alguien ahí adentro tiene que haber logrado un ascenso por proponer "Meet Bill"!

7.9.08

Elogio de la derrota


Desde sus comienzos el cine bélico juega con una cantidad limitada de paradigmas. La victoria pírrica es uno de ellos, tal vez el más frecuentado.

Hay un objetivo, difícil, casi inalcanzable, definido preferentemente por políticos venales (casi una redundancia, según las reglas no escritas del género) o militares de escritorio (una calimidad aún peor que la anterior, según las mismas reglas). Se busca luego el equipo de hombres, generalmente rudos, más bien al margen de las instituciones, patriotas pero individualistas, que llevará a cabo la odisea. Al final, morirán muchos, nunca todos, pero el objetivo se habrá conseguido y con este la victoria.

El elogio de la derrota es menos frecuente aunque no es algo nuevo. El John Ford de Viñas de Ira o el John Wayne de El Alamo son buenos ejemplos de ello.

Con la magnífica Cartas desde Iwo Jima, Clint Eastwood decidió inscribirse en esa tradición.

Segunda parte del díptico conformado junto a Banderas de nuestros padres, Cartas... es la mejor película de Eastwood en mucho tiempo (tal vez desde Sin perdón). Es el resúmen Lerú de un director clásico, que trabaja a partir de un guión sólido, una dirección de actores impecable y una fotografía impactante evitando como la peste cualquier intento de virtuosismo.

No hay acrobacias de cámara ni sorpresas de guión. Lo que cuenta es la historia: la defensa sin esperanzas de una isla por parte de un retazo del ejército japonés frente al avance irremediable del ejército norteamericano (de yapa algunas de las mejores escenas de guerra desde Rescatando al soldado Ryan).

Entre los actores brillan el gran Ken Watanabe, el hombre cuyo talento casi logró salvar del naufragio a la bochornosa El último samurai y el novato Kazunari Ninomiya.

Eastwood tiene además la elegancia de evitarnos una película de japoneses hablando en inglés, otro clásico de Hollywood (en donde los malos siempre son bilingües y hablan entre ellos en inglés con acento, algo un poco desconcertante).

2.9.08

The Greatest



Siempre tuve la impresión de que los videoclips en su gran mayoría (al menos aquellos que veo cada tanto y que son probablemente una gran minoría) son variantes más o menos ingeniosas de un mismo modelo: la canción filmada. Vemos la filmación de un grupo musical o de un cantante, con el agregado de la historia que refiere la canción. Hay un joven o una joven que se agita o sufre frente a un micrófono y casi inmediatamente se desarrolla ante nuestros ojos el relato de una separación, un amor no correspondido o una pérdida irreparable. Ocurre a veces que el director tiene la delicadeza de diferenciar las dos realidades (la canción y la ficción) para que no haya posibilidad de error. El cantante aparece, por ejemplo, en color mientras que el relato es filmado en blanco y negro.

No se por que razón el videoclip no logra dejar atrás la maldición de la canción filmada para transformarse en un género propio.

Cuando ese día llegue, el melancólico clip The Greatest de la gran Cat Power podrá ser tomado como uno de los pioneros.