791blog

25.7.08

Ciclo de cine 791

Lo confieso, soy un fanático de Konex. Aclaro que mi fanatismo no exige regularidad, pero se manifiesta cada vez que voy. Me gustan los espectáculos que vi, me gusta el lugar, la luz, la cerveza que tomo en el bar e incluso aprendí a tolerar la extraña escalera diseñada por una de nuestras glorias nacionales. Es más, fuí a ver Sucio, una obra de teatro que recomiendo, solo porque estaba convencido de que la pasaban en la Ciudad Cultural.

Hace unos días, nuestros amigos de Brío nos invitaron a organizar un ciclo de cine justamente en ese espacio. Con el habitual despliegue de imaginación que caracteriza a nuestras empresas, armamos un grupo de trabajo y junto a nuestras respectivas gerencias de marketing, ayudados por consultores especializados, lingüistas, semiólogos, sociólogos sociales y un montón de tipos que saben un montón, bautizamos el ciclo como Cine Bajo Techo.

Se presentará todos los sábados y domingos, entre el 26 de julio y el 10 de agosto (día del cumpleaños de mi hija, quien se olvide el regalo será ajusticiado sin miramientos en la escalera de Clorindo), películas dirigidas por Stuart Gordon, Eric Khoo, Tsai Ming-liang, Johnnie To, y Jafar Panahi. Como cierre se proyectará en carácter de preestreno planetario Climas, del turco Nuri Blige Ceylan.

Programación

Sábado 26 de julio, 17 hs: EDMOND de Stuart Gordon.
Domingo 27 de julio, 16 hs: BE WITH ME de Eric Khoo.
Sábado 2 de agosto, 17 hs: LA NUBE ERRANTE de Tsai Ming-liang.
Domingo 3 de agosto, 16 hs: AYER OTRA VEZ de Johnnie To.
Sábado 9 de agosto, 17 hs: OFFSIDE de Jafar Panahi.
Domingo 10 de agosto, 16 hs: CLIMAS de Nuri Bilge Ceylan (preestreno planetario).


Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131, Sala B). Informes al 4864-3200. Entradas: 12 pesos (anticipadas: 10 pesos).


Super Promo: Toda persona que venga de parte de 791cine y que abone su entrada con un billete de 20 pesos recibirá 8 pesos de vuelto.

23.7.08

¿Donde está Claude?

-Il serait normal que les assassins signalent les crimes. Après tout, ils sont les premiers informés. (Sería normal que los asesinos señalen los crimenes. Despues de todo, son los primeros informados).

L.Ventura (Comisario Gallien/Ciudadano bajo vigilancia)


Claude Miller es un gran director francés que se ha ganado su merecida parcela en el paraiso cinematográfico con la extraordinaria Ciudadano bajo vigilancia. Un policial seco y sombrío, en la mejor tradición del polar francés, con Michel Serrault y Lino Ventura como personajes casi excluyentes y una Romy Schneider tan despiadada como luminosa. La historia transcurre de noche, durante el interrogatorio de un acomodado escribano de provincia acusado de asesinar a una nena e interpretado por Serrault, llevado a cabo por el comisario interpretado por Ventura.

Con los diálogos afiladísimos de Michel Audiard (padre de Jacques y una especie de monumento del cine francés), con unas interpretaciones perfectas y unos recursos limitadísimos (un escritorio, dos sillas, un smoking y algo de lluvia) Miller logra sin duda la mejor película de su carrera.

Años después esta película dió lugar a un bochornoso remake norteamericano con Morgan Freeman, Gene Hackman y Puerto Rico que logró la proeza de ser olvidado aún antes de estrenarse.

De Claude Miller se acaba de estrenar Un secreto, película que solo tiene en común con Ciudadano bajo vigilancia al director. Ahi donde Miller encontraba el tono justo, inquietante, que sobrevolaba el horror sin pretender descifrarlo, la nueva película explica, pontifica y busca obstinadamente que sepamos, sin la molesta presencia de la duda. Pareciera que el director, hipnotizado por la belleza de Cécile de France y la excesiva perfección de los decorados y del vestuario, haya descreído de la historia al punto de volverse solemne.

Pese al talento de la siempre excelente Julie Depardieu y de Mathieu Amalric (que es una especie de sellito IVES del cine qualité France) es difícil olvidar la acartonada presencia de Patrick Bruel, que opta por poner cara de secreto, atormentado frente a la posibilidad de que algún espectador no vislumbre la terrible angustia que lo corroe.

Quiero aclarar que, al menos en mi caso, la vislumbré bastante.

19.7.08

Encanto

Cuando mi hija cumplió 4 o 5 años le comenté a un amigo que esa era una edad fabulosa, tal vez la mejor. Mi amigo me contestó con una sonrisa que hacía 4 o 5 años que le repetía lo mismo, en cada nuevo cumpleaños.

Algo parecido me pasa con Pixar. Salvo alguna rarísima excepción que ni siquiera recuerdo, cada nueva película del gang de John Lasseter me parece la mejor. WALL-E no es una excepción a la regla.

En los increíbles primeros 45 minutos, que demuestran un dominio absoluto de la animación además de un costado crepuscular bastante novedoso, el director logra el milagro de conmovernos con solo dos máquinas y una cucaracha. El romance entre el robot (una especie de lavarropas oxidado) y su bella enamorada (con elegantísimos contornos Apple), que prescinde del diálogo y se alimenta de la pasión de uno y la aparente indolencia de la otra, pesca en dos de las mejores tradiciones cinematográficas, la del cine mudo y la de la comedia romántica. Es clara también la referencia a E.T. aunque, por suerte para nosotros, sin la carga de moralina bienpensante que tantas veces tiñe la obra de Spielberg.

La segunda parte, en donde nuestro heroe-lavarropas conoce el mundo de su adorada Mac, es un poco más banal (aunque admito que ese sea un adjetivo abusivo para una producción de Pixar). La animación sucia de la tierra devastada deja lugar al brillo de la nave futurista, a la aparición de los humanos y sobre todo, del diálogo.

Y eso tiene otras externalidades, como dice mi suegro que es economista.




Más solo que Cobos en el Día del Amigo. (Ya sé, no tiene nada que ver con el tema, pero saliendo del cine leí la frase en unos afiches y confieso que me alegró aún más la noche).

16.7.08

Mediodía de perros

Ojalá estés en el cielo media hora, antes de que el diablo sepa que estás muerto.

Con su última película, Sidney Lumet logra generar en el espectador una extraña compasión que abarca tanto a las víctimas como a los victimarios.

Antes de que el diablo sepa que estás muerto es un trhiller poderoso, una de las mejores obras del director, en donde sus personajes se van hundiendo irremediablemente en un pozo oscuro que no parece tener fondo. Los desgraciados intentos por mejorar su situación sólo aumentan la velocidad de su descenso.

Como en Tarde de perros, una de las obras maestras de Lumet, el Mal nace a partir de los sueños desesperados de seres rotos (el personaje de Philip Seymour Hoffman siente que no es la suma de todas sus partes). Un robo, en ambas películas, parece ser la posibilidad mágica de la salvación, el salto hacia otra vida. Probablemente haya en esta obra un desencanto más profundo, el mismo que le hace ver el mundo “como un lugar maligno”, como señala Luciano Monteagudo en su crítica.

Perez me comentó que según Lumet, el talento de Philip Seymour Hoffman le hubiera permitido interpretar cualquier personaje, incluyendo el de la madre. No me cabe la menor duda, aunque ese talento está bien acompañado. Ethan Hawke brilla en su rol de perdedor desquiciado y el gran Albert Finney demuestra una vez más su infinito talento. La madre, esa que Philip Seymour Hoffman podría haber interpretado, es Rosemary Harris. Y por supuesto está la maravillosa Marisa Tomei que para desgracia de sus fans, entre los que se encuentra el amigo perez, no suele elegir tan bien sus películas.

10.7.08

¡Santa Coincidencia!

A los departamentos de marketing de las compañías americanas no hay con qué darle, diría un amigo.

Me imagino al cadete de Warner saliendo encapuchado a dejar aquí y allá murciélagos infectados con rabia para promover el inminente estreno de The Dark Knight y me pregunto: ¿cómo no se nos ocurrió antes?!. A lo que sagazmente me respondo: ¿y por qué no...?

¿Por qué no repartir a 3 o 4 Michel Piccolis infectados de rabia para promover Belle Toujours? ¿o 300 obreros chinos con sarampion viajando en la línea D para difundir Still Life? ¿o miles de madres abusadoras con corpiño de encaje y engripadas comiendo ñoquis en Di Pappo para publicitar Heart is Deceitful Above all Things?

¿por qué no eh...?, ¿por qué?

8.7.08

Otro delta

Entre las películas que nos mandan las compañías que venden licencias muchas veces, con el paso del tiempo, se nota la singular intención de vender algo puntual. Uno se pregunta si esto tiene que ver con el carácter del vendedor, una relación de parentesco con el director repetido, o simple método.

Una de las primeras películas que recibimos, en quizá el primer paquete que recibimos, fué Pleasent Days. Más tarde, del mismo director, nos mandaron Johanna, y hace unas semanas, después de Cannes, Delta. Todas de Kornel Mundruczó, un hungaro que hasta el año pasado se debe haber estado dando la cabeza contra la puerta maldiciendo por no haber nacido sólo unos kilometros al Este, en algún lugar de Rumania. A él en cambio le tocó la patria de Bela Tarr, cuyo nombre figura (en el rubro "consultor de guión") en los créditos de Delta. Los que saben dicen que su influencia se nota.

Pero Delta ganó un premio importante en Cannes (el de la Crítica Internacional) y el fenomeno del cine rumano pasó a ser el fenomeno del cine de Europa del Este.

Así y todo, todavía no compramos nada de Mundruczó. Pleasent Days era muy buena, pero nos agarró algo indecisos sobre el cine que queríamos tener, y contaba con la desventaja de tener cierta antigüedad cuando la vimos. Johanna nos llegó justo a tiempo, y no hubiera gustado que nos gustase, pero en vez nos resultó imposible. Tenían algo en común las dos películas, y era la petisa mala onda de Orsi Toth, musa de Kornel, y una garantía en los dos protagónicos.

Orsi y Kornel se reencuentran en Delta, y a Orsi se la vuelven a violar (en las 3 películas tiene sexo a la fuerza, de una forma más trascendental, diríamos, en Johanna, pero igualmente forzada, en ese caso por las circunstancias). La historia es sobre el encuentro de dos hermanos, pero no es el hermano el que abusa de Orsi, si no otro personaje de la familia (un pariente político, si eso sirve de consuelo). El hermano, en cambio, logra el consentimiento de Orsi, quizás por primera vez en su carrera como acriz. El contexto es un delta, claro, el Tigre Hungaro, fotografiado bellamente y en colores. El sonido de los sapos croando se te graba en el tímpano, igual que la banda de sonido, algo kusturicana. La película resulta buena, en un claro repunte de la Curva de Calidad Mundruczó, y sin embargo aún no compramos nada del bueno de Kornel.

Me dicen que la próxima película será sobre el juicio por sodomía al que fué sometido Leonardo da Vinci. Si a diferencia de Johanna, Leonardo no se defiende cantando, quién te dice...

3.7.08

Election

En 791 no creemos en Dios pero creemos en Johnny To.

To es un director prolífico. En el mismo lapso de tiempo que un intenso director de paridas cinematográficas necesitaría para explicar lo que realmente quiso decir, Johnny To podría dirigir o producir tres películas.

Es también un director inspirado. Sus películas tienen incontables ecos de policiales de los '50, de comedias románticas y en general del mejor cine clásico norteamericano. Por suerte para nosotros, su cinefilia no le genera ningún respeto excesivo hacia sus mayores. La maquina arrolladora está centrada en el placer de filmar, de mezclar géneros (incluso en una misma película como en Ayer otra vez), de imaginar tramas y de contar una historia con un virtuosismo poco frecuente en el cine actual.

Election , que estrenamos hoy, relata el incierto momento de elección de un nuevo jefe de las Tríadas que agrupan a la mafia china en Hong Kong. La pérdida de legitimidad de un sistema democrático que ha sobrevivido a casi un siglo de funcionamiento fuerza una crisis que, como en otras latitudes, se resolverá de una manera tan creativa como feroz (aunque Johnny To, como Vito Corleone, solo utiliza la violencia cuando realmente hace falta).

Como El Padrino, Election no es solo una película de gangsters. Es también una película sobre el poder, sobre su legitimidad y sobre su ejercicio, es al fin y al cabo una película sobre la política. También como en el caso de El Padrino, cuenta con una secuela, Election II, tan brillante como la primera.

Recomiendo la crítica de Diego Batlle en La Nación y la de Diego Lerer en Clarin.

En Arteplex Centro Diagonal Norte 1150 / Arteplex Belgrano Cabildo 2829